Skip to content
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

AFP/WASHINGTON

Estados Unidos calificó de “delito grave” y de “ataque contra la comunidad internacional” la filtración de 250 mil notas confidenciales diplomáticas de su país divulgadas por el sitio de internet WikiLeaks y pidió disculpas a los países involucrados.

“Esas publicaciones no representan sólo un ataque contra los intereses diplomáticos estadounidenses. Representan también un ataque contra la comunidad internacional”, dijo la secretaria de Estado Hillary Clinton durante una breve conferencia de prensa.

La jefa de la diplomacia estadounidense pidió “las profundas disculpas de Estados Unidos por la divulgación de informaciones destinadas a ser confidenciales”.

“Quiero que sepan que estamos tomando fuertes medidas en contra de quienes robaron esta información” y al mismo tiempo “intentamos evitar futuras filtraciones”, aseguró.

EEUU afirmó que investiga a WikiLeaks y que juzgaría a su fundador, Julian Assange, en caso de que haya violado la ley al haber filtrado un cuarto de millón de documentos confidenciales del Departamento de Estado.

“Estamos realizando una activa investigación judicial sobre este tema”, aseguró el secretario de Justicia, Eric Holder.

WikiLeaks divulgó a través de cinco diarios de referencia mundial “250 mil documentos (que) ponen al desnudo la visión del mundo que tiene Estados Unidos”, según afirma uno de ellos, el británico The Guardian.

Diplomáticos de varios países del mundo, desconcertados por las revelaciones contenidas también atacaron los procedimientos “escandalosos” y “maliciosos” del sitio de internet.

Según los documentos, en julio de 2009 el Departamento de Estado norteamericano, dirigido por Hillary Clinton, solicitó a diplomáticos de 38 embajadas y misiones diplomáticas que envíen información sobre diversos asuntos.

También revelan que un pedido similar fue dirigido a sus diplomáticos en la ONU para que informaran sobre el organismo, incluyendo las actividades de su secretario general, Ban Ki-moon, y de varias delegaciones ante esa organización, como las de Sudán, Irán y Corea del Norte.

La reacción de la ONU no se hizo esperar: un portavoz del organismo dijo que esperaba que los Estados miembro respetarán la inmunidad de los funcionarios de la organización multilateral.

Otros cables filtrados revelan que tanto Israel como las principales monarquías petroleras del Golfo, empezando por Arabia Saudita, llegaron a pedirle a Washington una operación militar para “poner fin” al programa nuclear iraní.

El rey Abdalá de Arabia Saudita aconsejó a los estadounidenses “cortarle el cuello a la serpiente” y advirtió que “si Irán lograra desarrollar armas nucleares, todo el mundo hará lo mismo en la región”.

El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, quien en algunas de las notas es comparado con Adolf Hitler, consideró que esos documentos “no tienen valor” y explica que “forman parte de una campaña de guerra de información” contra Teherán orquestada por EEUU.

Afganistán, por su parte, señaló que no creía que sus relaciones con Washington se vayan a ver afectadas por las revelaciones, a pesar de que su presidente, Hamid Karzai, es descrito como “débil” en algunas notas y su hermano como un corrupto barón de las drogas.

En Medio Oriente, un alto funcionario israelí estimó que Israel sale bien parado de las fugas, ya que confirman la posición oficial de Israel en favor de una gran firmeza ante Teherán.

Por su lado, los aliados árabes de EEUU guardaban un embarazoso silencio.

Según los documentos, el Departamento de Estado pidió datos sobre dirigentes de varios países latinoamericanos, entre ellos los candidatos a la presidencia de Paraguay en 2008, que incluyeran “huellas digitales, imágenes faciales, ADN y escáner del iris”.

Las sospechas sobre una posible presencia de Al Qaida en la llamada “triple frontera” entre Paraguay, Argentina y Brasil, la decisión de aislar al presidente venezolano, Hugo Chávez, y las “sospechas” que en Washington genera la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, son otros asuntos sobre América Latina tratados en esos cables.

Clinton “llega a solicitar información sobre la salud mental” de la presidenta argentina que despierta “sospechas” en Washington, indican.

El canciller de Paraguay, Héctor Lacognata, convocó este lunes a la embajadora de EEUU en Asunción, Liliana Ayalde, y le expresó la preocupación del Gobierno por el supuesto espionaje a políticos en el país.

Otro cable de la embajada estadounidense en Tegucigalpa revelado por WikiLeaks y fechado en julio de 2009 afirma que el depuesto presidente Manuel Zelaya fue “sin duda” víctima de una conspiración de los militares, junto con el Congreso y la Corte Suprema de Honduras y que Roberto Micheletti fue un mandatario “ilegítimo”.

Por su parte, el número dos del Gobierno francés, Alain Juppé, consideró “escandalosa” e “irresponsable” la manera de proceder de WikiLeaks.

En algunas notas, el presidente Nicolas Sarkozy es catalogado de “susceptible y autoritario”.